Hace unos meses, la caída de miles de pájaros en Estados Unidos causó una gran conmoción, incluso hubo quien pensó que era el fin del mundo. Esta vez no han sido miles, ha sido sólo uno. Pero no era un pájaro cualquiera, era una lechuza. Y tampoco era una lechuza sin más, sino que era la mascota de uno de los equipos que estaba jugando el partido de Torneo Apertura en Colombia.
El Deportivo Pereira y el Atlético Junior de Barranquilla estaban en plena jugada cuando cayó el ave sobre el terreno de juego. Además de recibir un pelotazo accidentalmente del defensa del Pereira, Luis Moreno, la lechuza también obtuvo una patada del mismo jugador.
El periódico digital El tiempo de Colombia recoge las declaraciones del futbolista panameño en las que se disculpa "con todo el país y más con la hinchada de Barranquilla". Además ha contado que la policía le visitó a su casa y firmó "una hoja en la que me comprometí a no volver a hacerlo".
No sólo los protectores han puesto el grito en el cielo, también la afición presente en el estadio Roberto Meléndez le gritaron "asesino, asesino" por haber golpeado al animal. La lechuza, que vive en el estadio del Barranquilla, es considerada mascota del equipo porque cada vez que sobrevuela el campo coincide que su equipo gana.
A pesar de sus disculpas públicamente y de que a la lechuza, por suerte, sólo se le entablilló una de las patas, Luis Moreno será sancionado con una multa o con 45 días de arresto.
La lechuza, que vive en el estadio del Barranquilla, es considerada mascota del equipo. Grupos defensores de los animales tienen previsto sancionar al jugador por su acto antideportivo que, por otro lado, él mismo censura.
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